Don Lorenzo, consciente de que está teniendo ciertos problemas de memoria, pide a Povedilla que sea su lazarillo; su banco de memoria. Cuando Paco se entera, pide a sus hombres que hagan todo lo posible por hacer que el Comisario asuma su problema y vaya al hospital por iniciativa propia. La misión de Curtis, Povedilla, Rita y Nelson consistirá en hacer que Don Lorenzo empiece a plantearse que está loco.
En la Comisaría de San Antonio continúan investigando a Gayarre, el jefe de la banda mexicana que ha introducido droga en el país. De él solo saben que está obsesionado con las apuestas y con las peleas ilegales, entre ellas, las de gallos. Don Lorenzo encarga a Paco y Mariano que se infiltren en una de esas peleas, y para ello tendrán que hacerse pasar por gitanos y conseguir un gallo.
La relación entre Pepa y Silvia no atraviesa su mejor momento, y menos cuando llegan a las manos en la Comisaría delante de todo el mundo. Pepa decide que es momento de actuar por su cuenta y para ello hace una lista de los hombres con lo que ha estado para intentar quedarse embarazada. Por otro lado, Sara pide ayuda a Pepa para infiltrase en un gimnasio de boxeo en el que una chica murió en extrañas circunstancias.
Con el objetivo de poner fin a su relación y compromiso, Mariano queda a cenar con Salgado, pero no logra encontrar el momento adecuado para decírselo.