Lucas está bajo orden de búsqueda y captura. Al no tener a donde ir, se presenta en el cuarto de Sara, el único lugar donde sabe que va a estar seguro. Sara se ofrece para ayudarle a conseguir un pasaporte falso y una pistola, ya que Lucas no está dispuesto a entregarse hasta que no encuentre a Salazar, y tiene que hacerlo antes de que lo haga la policía para poder demostrar su inocencia.
Paco y Mariano están preocupados porque piensan que Sara fuma canutos: la han visto llevar grandes cantidades de comida a su cuarto, con ojeras de no dormir, se muestra reservada con sus cosas y, además, tiene un repentino cambio de carácter cuando se entera de que le han pinchado el móvil, lo que les lleva a pensar que detrás de eso están las “drogas blandas”. Paco sugiere a Mariano que se fume un canuto con Sara para después hablarle de lo malas que son las drogas y ayudarla con su supuesta adicción.
A Povedilla le van a dar la placa de policía y la medalla al mérito policial y, aunque él no está por la labor de celebrarlo dadas las circunstancias, Rita, Curtis y Kike le presionan para que, al menos, haga un discurso. Todos quieren ayudar al becario a escribirlo y Rita se enfada con Povedilla por su falta de personalidad y porque ni siquiera va a ser él mismo en el que va a ser uno de los días más importante de su vida.